La Juventus sumó este sábado su cuarto empate consecutivo al rescatar un punto milagroso, en casa y ante un gran Bologna (2-2), gracias un golazo en el tiempo añadido del belga Samuel Mbangula que acercó a los de Thiago Motta a los puestos europeos en la Serie A.
Con más orgullo que fútbol, con más épica que recursos tácticos, con la comparecencia no muy habitual de Teon Koopmeiners y con una maravilla de Mbangula en forma de disparo desde fuera del área en el minuto 93, el combinado turinés remontó y salvó ligeramente los muebles evitando una derrota que hubiera sido catástrofica.
La Juventus, pese a remontar un 0-2 en contra y acabar con la adrenalina final de la épica, tiene un problema desde hace varias semanas. Empezó muy bien la temporada el equipo de Motta, pero es ahora incapaz de reencontrar aquella versión sólida y eficaz que les consolidó como uno de los candidatos al título.
Lejos quedan ya esos tiempos en los que era un aspirante al título. La Juventus es ahora, con un partido más que este Bologna que lo persigue, sexta a 7 puntos del liderato. Pueden ser 8 si el Nápoli gana a Lazio.
Una distancia que se antoja muy complicada de recuperar cuando todavía faltan seis meses de competición. Porque no es solo el elevado número de lesiones que ha mermado indiscutiblemente su buen hacer, es que es un equipo que ha perdido mucha confianza por el camino, que ha perdido buena parte de su identidad. Ya no tan sólido atrás como en el inicio.
Es jornada tras jornada, una Juve más tensa, más frustrada al ver que no llegan los resultados en una situación límite. De hecho, Motta fue expulsado por protestar, personificando esa presión que siente un equipo obligado a reaccionar cuanto antes para poder meterse en la lucha por puestos de Ligas de Campeones. El ‘Scudetto’, por el momento, es solo un sueño lejano.
Buena culpa de esa frustración, claro, la tuvo el Bologna, su exequipo, ahora bajo los mandos de Vincenzo Italiano. Tras un inicio muy pobre de temporada, los boloñeses están ahora remontando. En la primera mitad, conquistaron el Juventus Stadium con el gol de Ndoye, un fusil desde el perfil diestro del área al que Perin no pudo llegar.
Intentó responder la Juve y gozó de dos ocasiones clamorosas para igualar. Pero Fagioli primero, con una definición alta cuando tenía todo de cara en el punto de penal tras un pase atrás; y Vlahovic después, con una volea que salvó Skorupski, no pudieron evitar cerrar una mala primera mitad en la que, por si fuera poco, la Juve perdió a Cambiaso, uno de sus jugadores más en forma, también por lesión.
No estaba a la altura de las circunstancias esta Juve y sufrió otro revés nada más reanudar en la segunda mitad. Marcó Pobega, pero el protagonista del gol fue el argentino Santiago Castro, que dejó con una asistencia de taco el detalle del partido. Pareció sentenciado el duelo, pero la ‘Vecchia Signora’ tiró de orgullo.
Reaccionó la Juve con el gol de Koopmeiners apenas 10 minutos después de encajar el segundo del Bolonia. Conceicao aprovechó al profundidad de Danilo y el brasileño sacó un pase raso al punto de penalti que Koopmeiners no desaprovechó.
Entraron entonces Yildiz y Mbangula para intentar un empate a la heroica. Dieron un aire fresco al ataque y, sobre la bocina, Mbangula, canterano del club de 20 años, se inventó un zapatazo para colocar el balón en el ángulo y salvar el partido. Eso sí, para la Juve, que no gana en Serie A desde hace un mes, la pelea por el ‘Scudetto’ está cada vez más lejos. Los puestos ‘Champions’ son el objetivo.
