La Secretaría de la Defensa Nacional de México (Sedena) informó este miércoles que seis migrantes murieron cuando soldados del Ejército mexicano abrieron fueron contra una camioneta en Chiapas la noche anterior.
De acuerdo con un comunicado de las autoridades, el vehículo trató de evadir a los uniformados.
«A [la] retaguardia de la pick up se desplazaban dos camionetas […] como las que usan grupos delincuenciales en esa región. Personal militar manifestó escuchar detonaciones, por lo que 2 elementos accionaron su armamento, deteniendo su marcha una de las camionetas».
El vehículo en que viajaban los migrantes tiroteados en Chiapas el 1 de octubre de 2024. Noticias Telemundo
Como consecuencia, cuatro migrantes resultaron muertos en el lugar, otros dos fallecieron en un hospital al que fueron trasladados, 12 resultaron heridos de bala y 17 sobrevivieron ilesos, indicó el comunicado que identificó a las víctimas como «migrantes de nacionalidad egipcia, nepalí, cubana, hindú, pakistaní y árabe».
Las autoridades ampliaron que «a los heridos, el personal militar les proporcionó los primeros auxilios, trasladándolos inmediatamente en vehículo al Hospital General de Huixtla, Chis., donde desafortunadamente 2 más perdieron la vida. Los 17 migrantes que resultaron ilesos fueron puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración».
De acuerdo con el comunicado, los dos uniformados que abrieron fuego fueron «separados de sus funciones» y como se trata de un hecho en el que se vieron envueltos civiles, se comunicó sobre el hecho a la Fiscalía General de la República «para que realice las diligencias legales correspondientes y determine deslinde las responsabilidades que correspondan».
En un comunicado sobre el hecho, el Grupo de Monitoreo de la Frontera Sur reiteró su «denuncia sobre las políticas migratorias, la militarización y la omisión del Estado mexicano, que continúan causando la muerte de personas migrantes y con necesidades de protección internacional».
Según el grupo, «‘tras varias horas de sucedido el accidente, no hay suficiente claridad de los hechos que causaron estas muertes» y «si bien se reconoce la gravedad de los hechos y la probable responsabilidad de los agentes implicados, refrendamos que este tipo de investigaciones deben ser centradas en el testimonio directo de las víctimas, en condiciones dignas, de total imparcialidad y garantías de seguridad».
La organización subrayó que «estos hechos no son ni accidentales ni aislados, son consecuencia de las políticas migratorias restrictivas que el Estado mexicano sigue implementando. Especialmente son consecuencia directa de ordenar el despliegue militar para la contención de los flujos migratorios bajo una lógica de persecución y no de protección hacia las personas en movilidad, violentando y deshumanizando a las personas, poniendo en riesgo su integridad física, emocional y su vida».
En el estado de Chiapas han tenido lugar varios casos en lo que migrantes han sido víctimas de disparos de soldados mexicanos.
Uno de los casos más sonados fue el de migrante cubano Cristóbal Cobreiro Ramírez, quien resultó muerto a tiros en la madrugada del 31 de octubre de 2021 cuando viajaba por una carretera de Chiapas en una camioneta con otros 12 migrantes de Brasil, Ghana y Cuba.
Cerca de las 2:00 am (hora local), al pasar por el lado de una patrulla de la Guardia Nacional que estacionada en sentido opuesto, sintieron detonaciones y vieron destellos de armas de fuego, según testimonios de quienes sobrevivieron al ataque.
El vehículo se detuvo unos 100 pies (30 metros) más adelante con dos neumáticos desinflados. Sus ocupantes descendieron desarmados suplicando por sus vidas. Para ese entonces, Cobreiro yacía muerto dentro con nueve disparos, incluido uno en la nuca, según indicó un informe oficial de los hechos. Dos adultos y tres niños que iban a bordo también sufrieron heridas de bala.
En un inicio, la Guardia Nacional acusó al conductor de nacionalidad mexicana de no detenerse cuando le marcaron el alto y aseguró que los agentes solo dispararon “contra las llantas” ante el “riesgo inminente” de que los atropellaran, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha puesto en duda esa versión en un informe publicado en junio.
El entonces presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, lamentó los hechos.
El Gobierno de López Obrador creó la Guardia Nacional en 2019 para responder al problema de la inseguridad, en un país donde fueron asesinadas más de 100,000 personas en los seis años de Gobierno de su antecesor, Enrique Peña Nieto.
Miles de agentes del cuerpo armado fueron asignados desde su creación a la tarea de contener el flujo irregular de migrantes, en un momento en el que el entonces presidente de Estados Unidos Donald Trump amenazaba a México con la imposición de aranceles si no se frenaban los cruces irregulares en la frontera.
El pasado 17 de julio, un migrante guatemalteco murió y otro de Venezuela resultó herido después de recibir disparos efectivos de la Guardia Nacional en una carretera que une a San Pedro Tapanatepec con Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Los migrantes iban en una camioneta con otras 50 personas que no se detuvo cuando los uniformados les dieron el alto, tras lo cual los soldados abrieron fuego.
El 1 de octubre de 2023, se registró un accidente en Pijijiapan, donde murieron 10 migrantes que eran transportados en un camión. En 2021 se denunció otro accidente similar en Tuxtla Gutiérrez, donde murieron 55 personas que viajaban en un camión de carga.
Desde mediados del año 2022, el estado de Chiapas se ha convertido en la zona de entrada a México de cientos migrantes procedentes de Suramérica, Centroamérica, el Caribe y también países de África y Asia.